El misterio de la semana
santa
Si hablamos de misterios de
la Semana Santa, obviamente hay que contar esas extrañas experiencias que
ocurren en las iglesias sevillanas. Una de ellas es la de la Hermandad del Cristo de Burgos en
la Plaza de San Pedro. «Un día, un devoto con diferentes
problemas llega hacia esa iglesia, se sienta y comienza a rezar desesperada.
Tenía una serie de problemas, un familiar enfermo... Al alzar la vista a esa
imagen de Cristo, según el testigo, inclina la cabeza, y le dice que no tema,
que sus problemas se van a solucionar. Evidentemente, nuestro protagonista sale
espantado de aquella iglesia.
La «Madrugá del
pánico» del año 2000
Hipótesis hay muchas,
realidades hay muy pocas. Y van desde las más peregrinas como que se había escapado
un toro de los toriles de la Real Maestranza, hasta una persona
armada con un cuchillo, que iba por las calles de Sevilla atemorizando a los
viandantes. Un escape de gas, un escape de agua... Otras suposiciones apuntan,
incluso, a que se trata de un sabotaje del propio sindicato de la Policía Local
o por qué no, a un fallido atentado de ETA en la ciudad. Son sólo conjeturas
para justificar una noche que pasó a la historia por ser una de esas noches de
pánico que da nombre a aquella «Madrugá del pánico» del año 2000
Mujeres de
Negro
Mantillas de todas las
edades, desde recién nacidas, sin apenas cabello para sujetar la peina, a
veteranas sin complejos; mantillas de suela baja y de tacón de aguja, a pique de un
repique entre los temerarios adoquines del centro; mantillas
que se resisten a mostrar la piel y mantillas muy primaverales, incluso
preestivales, sin mangas y a lo loco; mantillas ceñidas como modelos de
pasarela y mantillas de sombría tristeza, recordatorios ambulantes de que el
negro es de luto por el Señor de los cristianos.
Y para finalizar tomaremos
un bollo, otro misterio de semana santa , pero esta vez gastronómico
Besos Corazones.